Cómo pasa el tiempo, ¿verdad? Parece que fue ayer cuando narraba aquel triple de Jordan a los que sólo unos pocos aficionados a los Jazz nos dolió y que sólo el tiempo nos ha hecho ver que es un trozo de la historia de este deporte. Supongo que como muchos asocio esa suspensión perfecta a una voz, a una narración perfecta que sólo podía ser obra suya, como aquella canasta sólo podía ser obra de Jordan. Hoy se cumplen dos años de la muerte de Andrés Montes y, lejos de perderse en la memoria, su recuerdo se encuentra más vivo que nunca.
Porque resulta que muchos de los que entonces le criticaban ahora andarán escondidos o incluso se sumarán al recuerdo y la memoria. Basta recordar alguna de sus frases o uno de sus apodos para intentar hacer pensar a los demás que eras uno de los muchísimos fans que tenía por toda España. Lo peor es que él murió pensando que no era así, que la proporción era mucho más favorable para los críticos. O es eso, o los que le admirábamos no supimos hacer tanto ruido entonces. Tal vez por eso llevamos dos años pronunciándonos cada vez que una retransmisión se hace aburrida y monótona. Y por desgracia ocurre tantas veces...
Porque para una generación (entre la que me incluyo) la NBA se asocia a la pareja Montes y Daimiel, que trascendía más allá de lo propiamente baloncestístico. No paro de pensar cómo habría transcurrido una de esas conversaciones de madrugada, en cualquier tiempo muerto de cualquier partido que en otra situación nos habría mandado a la cama. Llevo meses imaginando cómo Andrés Montes habría afrontado ese affaire entre Glen Rice y Sarah Palín en los años de Wolverine del ex-marido de Cristy (la de "María Cristina me quiere gobernar"). Él era capaz de mantenerte despierto cuando esos que ahora luchan por unas migajas de millones de dólares más no lo hacían.
Y ahora resulta que él no sabía narrar. Que se equivocaba con frecuencia, que era histriónico, que te hacía andar como loco buscando el mando a distancia para bajar o subir la voz. Pero los que han llegado por detrás no están ni a un paso suya, casi que ni siquiera lo ven marcharse. Si el partido es aburrido, lo seguirá siendo. Y a esta vida hemos venido a divertirnos.
Parece mentira que fuera hace dos años cuando recibiera aquella noticia y mi expresión fuera tal que tuviera que contrastar la noticia varias veces. Para mis padres, que sufrían aquellos gritos casi mañana, tarde y noche, Montes y Daimiel eran casi como de la familia. "Otros vendrán que bueno te harán", reza el refrán. En otros casos, simplemente, es que los demás nunca serán tan grandes.
15 comentarios:
Simplemente, grande
DEP
Es curioso que desde que se separaron Andrés y Daimiel, éste último no ha vuelto a hablar tanto durante las retransmisiones como cuando estaban juntos... Recuerdo que cuando me enteré que Andrés había fallecido fue en el partido de esa semana de la ACB que lo comentaron Arseni, Romay y Comas (al día siguiente creo que fué), ni me lo creía ni me lo quise creer. Recuerdo aquel fin de semana especialmente amargo. DEP
Las comparaciones son odiosas, pero en este caso son imposibles. El 'estilo Montes' deja a la altura de Spud Weeb a cualquiera y la libertad de ejecución que mantenía con Daimiel (que como una viuda fiel anda solo desde su marcha) alcanzaron límites en los que ellos eran el partido y el partido casi era un tiempo muerto.
Saludos desde Puertatrás
los jugones ya no sonríen igual
Siempre Montes ¡¡¡
PD: La 1ª foto ... ¿que balon es ese ?? xd xd
Sin duda era una gozada escuchar los partidos con los comentarios de Montes y Daimiel.
Saludos desde FORO NBA
Http://foronba.blogspot.com
Has conseguido que me emocione, Alejandro, gracias por este artículo.
Y muchísimas gracias a Andrés por lo que hizo, un trabajo a la sombra que a veces criticamos y minusvaloramos en el pasado(yo al menos) y ahora me arrepiento. Grande
Montes hizo de la narración un arte. Sabía cómo encandilar al público, creó una legión de locos que no dormíamos sólo por escuchar qué decían en un tiempo muerto. A Daimiel desde su salida se le nota que ese es su trabajo, mientras que antes disfrutaba de lo que hacía.
Yo sólo me arrepiento de haber rebobinado algún tiempo muerto cuando grabé algún partido suyo.
Y a cada día que pasa, más le echaremos de menos.
Un Saludo a todos y Gracias por los comentarios.
Desgraciadamente creo que fue un incomprendido. Aparte de su estilo único en la narración, creo que su función en difundir en baloncesto es impagable. Hablar de los de ahora...ya no tiene sentido.
Joder que grande hermano. Lo que hubiera dado por no rebotarme con el mundo cuando la NBA desapareció de mi vida con TVE ,... Me quedarán esos vídeos que jamás conseguiré acabar, y mientras esos vídeos existan, Montes vive. Grande hermano.
Que grande Andrés Montes!!! Una confesión: una hora antes de mi boda estaba sentado en el sofá de casa viendo un partido grabado de la pareja Montes-Daimiel. Los familiares llegando a casa y yo tan tranquilo disfrutando de esta pareja. Casi llego tarde...
En esto del baloncesto, Montes es a Daimiel lo que Daimiel a Montes. Juntos formaron una simbiosis casi perfecta.
Bellas palabras, amigo Almanzor, que comparto al 100%. Nadie ha podido tapar el cráter que originó su terrible pérdida, ni tan solo en una pequeña parte.
Seguiremos añorándolo por siempre...
Saludos.
Era diferente.Eso,bien enfocado,es una virtud celestial.Un saludo.
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