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30 de noviembre de 2009

McMillan y sus bases...

Alejandro Díaz Triguero
Es cierto que no tengo esa tendencia españolista a criticar a Nate McMillan cuando no da bola a los nuestros, pero si que lo hago cuando pienso que no está llevando al equipo en la dirección correcta. Ya no sólo es el hecho de entregar casi al 100% los galones del equipo a Brandon Roy, jugador sobresaliente donde los haya, con las consecuencias que ellos supone (previsibles), sino que además en los Blazers se ha instaurado cierto mal rollo en la plantilla. Los resultados a simple vista no están tan mal, ya que a día de hoy están con un récord de 12-7, en progresión de 52 victorias (sólo dos menos que la temporada anterior). De las 7 derrotas, algunas entran dentro de lo previsible (Denver, Houston, Atlanta en dos ocasiones, Utah) pero otras no, como caer en casa ante los Grizzlies o en Oakland.

Cuando finalizó la temporada para los Blazers casi todos recurrimos a la misma explicación: les falta experiencia, los sistemas de McMillan son muy previsibles y les falta un base de garantías. La noche del Draft los Blazers traspasan a Sergio Rodríguez (teórico base suplente) a los Kings y en Julio se hacen con un base veterano con 7 presencias en el Playoffs (38 minutos por partido en postemporada) como Andre Miller. Problema resuelto. McMillan tiene su base seguro, experto y veterano, buen pasador y que no requiere de manejar el balón mucho tiempo ni lanzar a canasta. ¿Problema resuelto? Pues no, resulta que a McMillan le sigue gustando más Steve Blake. Suponemos que las causas son mejor defensa y mejor lanzamiento. Si Andre Miller juega 26 minutos por partido y sólo 9 de ellos como titular (compartiendo quinteto con Blake), ¿por qué pagarle a Miller casi 22 millones de dólares por tres años? ¿Por qué jugar con dos bases de titulares 9 partidos teniendo jugadores en el puesto de alero o escolta como Martell Webster, Rudy Fernández o Travis Outlaw? ¿Por qué ayudar a crear mal ambiente en el equipo?


Para colmo, las últimas actuaciones de Sergio Rodríguez en los Kings hablan muy bien del base español y muy mal de Nate McMillan, ya que demuestra lo infrautilizado que tuvo al canario. En los últimos 4 partidos Sergio promedia 22 minutos, 15'2 pts, 4'75 asistencias, 1'5 pérdidas y un 55% en tiros de campo, mejores números que los que presenta Blake en el total de la temporada. Además, el año pasado traspasaron a Jarret Jack a los Pacers a cambio del número 11 del Draft, Jerryd Bayless, que apenas ha participado en 62 partidos desde que llegó a los Blazers (11 minutos de media) .


En resumen, el año pasado comentamos que a los Blazers le faltaba un base experto, veteranía y ser menos previsibles. Resulta que traspasan a Sergio Rodríguez, que ahora está jugando a buen nivel tras tener la confianza de su entrenador, contratan a Andre Miller con un buen contrato, lo que debería suplir la falta de un base experto y aportar veteranía, y todo para que jueguen los minutos importantes con el mismo base que la temporada pasada. ¿Solución para estos Blazers? Pues que McMillan sea menos previsible. ¿O acaso el problema es McMillan?

25 de noviembre de 2009

Sobre las torres de Memphis...

Alejandro Díaz Triguero
Cuentan esta temporada los Memphis Grizzlies con cuatro jugadores por encima de los 7 pies (2’13 mts), algo poco habitual en la Liga. Curiosamente de los cuatro sólo Steven Hunter es estadounidense; los restantes (Gasol, Thabeet, Haddadi) son nacidos fuera de Estados Unidos. Hace algunos años algún periodista norteamericano ironizó acerca de este hecho haciendo alusión a que había en aquella época 3 jugadores de 7 pies nacidos en la ex república soviética de Georgia (Tsakalidis, Stepania y Tskitishvili) pero ninguno nacido en el estado de Georgia. Es algo bastante habitual los últimos años en la NBA, que tienen la necesidad de buscar fuera de sus fronteras hombres altos. Pues cada una de estas torres de los Grizzlies tiene su pequeña historia este comienzo de temporada:

- Hamed Haddadi: iraní. Fuera de lo deportivo (6 partidos, 3’7 minutos de juego), Haddadi está siendo noticia por aspectos ajenos a su voluntad. En primer lugar la suspensión a dos periodistas de Fox Sports para Los Angeles Clippers ironizando sobre su nacionalidad y sobre los jugadores exteriores de Irán. La verdad es que los comentarios de Ralph Lawler y Mike Smith (ex ACB), son bastante “lights” y no va más allá de lo que todos sabemos acerca de lo poco que los estadounidenses conocen de fuera de sus fronteras, más aún cuando de baloncesto se trata.

En segundo lugar, como bien sabemos Haddadi fue el primer jugador iraní en debutar en la NBA y se ha mostrado en muchas ocasiones partidario pro-democrático en su país. Luchó contra el gobierno iraní para que le permitieran jugar en la NBA y hace pocos días volvió a dar muestras de su compromiso social al saludar y fotografiarse con Omri Casspi, el primer israelí en jugar en la Liga. El régimen islamista iraní prohíbe a sus deportistas enfrentarse a deportistas israelíes, como hemos visto incluso en los JJOO, sobretodo en pruebas de lucha. Haddadi no dudó un momento en saludar a Casspi con total deportividad, gesto de agradecer. No forma parte de la élite de la Liga, pero estas situaciones engrandecen más que actuaciones de 50 puntos.

- Hasheem Thabeet: tanzano. El número 2 del pasado Draft olía a decepción desde el primer momento. Era obvio que aún le faltaba cocerse un poco más con los Huskies de UConn, mejorar los movimientos al poste, controlar sus problemas de faltas y ser más agresiva. Es un 2’21 de bastante movilidad y buena capacidad defensiva que le servirá para jugar más de una década en la Liga, pero al que la etiqueta de jugador desequilibrante le viene muy grande. Hasta ahora ha participado en 10 partidos con promedios de 7’5 minutos (1’6 pts, 2’3 rebs, 0,8 taps), en parte porque según Lionel Hollins su falta de velocidad le hace ser muy vulnerable ante “centers” más móviles. Tal vez no estaría mal algunos minutos más del tanzano en detrimento de Steven Hunter, al menos para subir el nivel defensivo de los Grizzlies. Parece que está participando más en los últimos partidos, con buenos minutos y victorias Grizzlies. Veremos cómo acaba la temporada.

- Marc Gasol: español. La temporada de Marc Gasol está siendo fantástica. Viendo sus números a nivel general, Marc está teniendo unos números geniales. Se habla de presencia en el All-Star, algo muy improbable si se mantiene el ritmo de victorias de estos Grizzlies, pero comparándolo con otros pívots puros del Oeste, no es descabellado. Es el 4º anotador tras Bynum, Kaman y Jefferson, estos dos en equipos con récord similar o peor al de los Grizzlies; en rebotes sólo le supera por poco Bynum y en porcentajes de tiro Greg Oden. Si las prestaciones de Marc se mantienen y las victorias Grizzlies aumentan hasta rondar el 50%, lo del mediano de los Gasol en Dallas no debería ser una utopía. Lo adelanto ya para que no haya dudas: no estará, pero irá algún jugador que no lo merezca tanto. El 33 de Memphis lanza 8’78 lanzamientos por partido con un 62’6% de acierto, el cuarto jugador en número de lanzamientos tras Randolph (14’28), Mayo (14’4) y Gay (16’4) y sólo superado por Conley (8). La fiabilidad de Marc se basa en su inteligencia para elegir cuándo lanzar, buscar la mejor posición posible y paciencia. Y eso es muy valorado por los entrenadores, quienes votan a los suplentes para el All-Star Game. Seguiremos de cerca a estos Grizzlies.
Por cierto, aquí está la foto del encuentro entre Casspi y Haddadi, para mí, la foto de la temporada, porque hay cosas que están por encima del deporte.
Foto obtenida de NBA.com

17 de noviembre de 2009

Amaneciendo en Arizona

Alejandro Díaz Triguero

Llevaba tiempo queriendo escribir un artículo sobre los Phoenix Suns entre otras cosas porque es un equipo al que tengo mucho cariño. Salvo la etapa de Stephon Marbury, los Suns han sido una franquicia que me ha hecho disfrutar mucho delante del televisor. Pero tras una etapa reciente llena de éxitos deportivos, a falta del anillo, la cosa tornó en decepción la pasada campaña. Amaré Stoudemire volvió a perderse muchos partidos por lesión (29) y a pesar de que O’Neal estuvo a muy buen nivel para un jugador de 37 años (All-Star con 18 pts, 9 rebs) lo cierto es que los Suns no pudieron dar el impulso final para meterse en Playoffs.

Terry Porter sustituyó a un Mike D’Antoni que había promediado 58 victorias con los Suns en sus cuatro temporadas completas en el banquillo de Phoenix unido a un juego a muchos puntos y con un Steve Nash dos veces Jugador Más Valioso de la Liga. Porter fue destituido cuando llevaba una marca de 23-18 por Alvin Gentry, que no mejoró el récord del que fuera entrenador de los Bucks (18-23), pero que ya dejó muestras de que quería retornar al juego a más de 110 puntos que implantara D’Antoni unos años antes. Con 46 victorias los Suns se quedaban a las puertas de Playoffs.

Comenzando la temporada 2009/10 te fijas en que sólo quedan Steve Nash, Amaré Stoudemire y Leandrinho Barbosa de las plantillas entrenadas por D’Antoni y que el traspaso a Cleveland de Shaquille O’Neal no ha dejado ninguna pieza importante en la plantilla. La salud de Stoudemire es siempre una incógnita, Grant Hill se encuentra en claro declive, Steve Nash tiene 35 años y debe repartir muchos sus minutos, Jason Richardson nunca se ha visto parte de un equipo ganador y para colmo Robin Lopez, el que se pensara como “Center” titular se lesiona para buena parte de la temporada. El banquillo está lleno de jugadores poco o nada contrastados (salvo Barbosa) y la elección del Draft, Earl Clark, está lejos de ser un jugador resolutivo desde el primer momento. ¿La incorporación más destacada? Channing Frye (8’2 pts por partido en su carrera, descendiendo sus medias 2’5 puntos desde su temporada rookie). Nada hace pensar que esto pudiera acabar muy bien.

Lo más curioso de estos Suns los últimos años han sido las decisiones tomadas desde los despachos: traspasos fallidos, malas decisiones en el Draft, selecciones del Draft traspasadas a cambio de nada…

En cuanto a los traspasos, los Suns se deshicieron del campeón del concurso de triples, Quentin Richarson a cambio de Kurt Thomas. Alero por pívot. Richardson promedió en su etapa en Suns 15 puntos y 6 rebotes, Thomas aportó 8’6 puntos y 7’8 rebotes. El traspaso tras renovación de Joe Johnson está demostrando a largo plazo que fue una equivocación, ya que Jonhson promedia 21,8 pts desde su salida de Phoenix y Boris Diaw ya no forma parte de la plantilla.

Pero lo más llamativo de los Suns han sido sus decisiones el día del Draft. En 2003 eligieron en el puesto 17 a Zarko Cabarkapa por delante de jugadores como David West, Boris Diaw, Travis Outlaw, Kedrick Perkins o Josh Howard; en 2004 eligieron a Luol Deng y lo traspasaron a cambio de nada a los Bulls; en 2005 pasa lo mismo con Nate Robinson y Marcin Gortat; en 2006 seleccionan a Rajon Rondo y Sergio Rodríguez y los vuelven a traspasar a cambio de nada; en 2007 apuestan por Rudy Fernández y lo vuelven a traspasar. Las elecciones más recientes de Robin Lopez y Earl Clark no parece que vayan a mejorar a las tomadas anteriormente, pero aún debemos darle un voto de confianza.

Pues con todo esto, estos Phoenix Suns arrancan con un 8-2 esta temporada, con un Steve Nash a un nivel impresionante (17’6 pts, 11’5 asistencias), un Amaré Stoudemire solvente (19’2 pts, 8 rebotes) entre rumores de traspaso, un Jason Richarson fiable (16’4 pts, 50’5% TC, 47% en T3), un Grant Hill mejorado físicamente (12’6 pts, 7’7 rebs en 30 min) y sobre todo, un Channing Frye sorprendente (13’5 pts, 47% en T3). La labor de Alvin Gentry está dejando ver que aún queda un rayo de esperanza en el desierto de Arizona de devolver a estos Suns a la senda de la victoria. Un nuevo amanecer.

Para ponerse la piel de gallina

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