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7 de marzo de 2011

Tears on Heaven

Alejandro Díaz Triguero
En Miami Heat el proyecto ganador a corto plazo de Pat Riley se ha roto por donde mucha gente pensaba que se mantendría más fuerte. Los resultados son hasta ahora el lastre del "The Biggest Three" mientras que muchos pensaban que la cuerda se rompería antes por el lado de la química. El hecho de que Miami acumule a día de hoy cuatro derrotas consecutivas puede resultar algo más o menos coyuntural. Un racha negativa como esta siempre tiene dos vertientes: es negativa y es racha. O lo que es lo mismo, es algo circustancial, del momento, pero no hay que olvidar que no dejan de ser resultados pobres ante equipos contra los que has de competir.

Los Miami Heat de Lebron y Wade (con Bosh de acompañante, hasta ahora) sólo han podido ganar un partido ante los cinco equipos restantes que ocupan las seis primeras posiciones en Liga Regular. Cómo no, ese equipo son Lakers, el claro ejemplo de la bipolaridad de un conjunto aspirante a todo. No me parece justo descartar a Miami Heat de la lucha por el anillo por los malos resultados recientes. Ni siquiera me parecería justa la crítica hacia Erik Spoelstra o hacia la capacidad, más bien incapacidad, de dos jugadores como Wade o Lebron de lograr victorias por sí mismos. Como suele pasar en todo deporte profesional, las críticas se dirigen hacia el banquillo, en buena parte justificadas, pero que cobran menos sentido cuando el mayor candidato a ocupar ese puesto es la misma persona que te va a echar (y que a la vez, es quien te dio la confianza). Ese clásico "quítate tú para ponerme yo" que tan bien se le dio a Greg Popovich con Bob Hill el año de la lesión de David Robinson, o al propio Pat Riley con Stan Van Gundy en 2006 (ganando posteriormente el título), suena ridículo cuando las carencias del equipo vienen provocadas por lo que te viene dado desde los despachos.

Pat Riley consideró que juntar a tres superestrellas suponía el éxito absoluto. Un proyecto con Lebron James, Dwayne Wade y Chris Bosh puede parecer invencible si a este deporte se ganará con un quinteto único. El tiempo ha dado la razón a Lebron James en darse cuenta de que él solo nunca ganaría un anillo en Cleveland (lo de Bosh era más que obvio), pero no parece aún menos claro que los títulos se ganan en equipo y no con individualidades. Lo que podría parecer para muchos un solapamiento en el ataque de los Heat ha pasado a ser una rotación de responsabilidades, un ´"ahora te toca a ti, que luego ya lo hago yo" entre escolta y alero. Mientras, el equipo carece de un base que sea capaz de ordenar en ausencia de sus dos estrellas, visto que cuando alguna está en cancha esa opción es inviable. Disponen tiradores en las esquinas esperando que alguno de los 26 lanzamientos que por partido que no realizan ninguno de sus tres principales anotadores llegue a sus manos. Sus pívots acumulan casi tanta edad como lesiones, y sólo una recuperación a tiempo de Udonis Haslem puede salvarles de alguna opción de competir ante Garnett, Davis, O'Neal o Krstic, en el caso de que superen a lo que les propongan Howard, Noah, Boozer, Horford y compañía.

Tras la derrota ante Chicago Erik Spoelstra se pasó de victimista y afirmaba que había lágrimas en el vestuario de Heat. Wade afirmaba que por fin la gente tenía lo que quería, que al parecer era ver a los Heat perder. Este es un post de opinión, por lo que no voy a negar que esta situación me alegra. No por lo que pueda tener en contra del Lebron James persona o por la franquicia en sí, si no más bien por el fracaso de un proyecto. Hace 50 años Red Auerbach sentaba cátedra de cómo debía construirse un equipo campeón y ni siquiera la alineación de estrellas como Wilt Chamberlain, Elgin Baylor o Jerry West podía destronar a aquella máquina perfecta de ganar títulos. Pero las lágrimas en ese vestuario me hecho entrever algo humano entre aquellas sonrisas de Julio, poco después de que Chris Bosh y Lebron James anunciaran su llegada a South Florida. Puedo apreciar algo de espíritu ganador en esa plantilla y eso les honra. No sé si eso les bastará este año o deberán esperar algún año más. Tampoco sé si Pat Riley decidirá ejercer el control a pie de pista. Lo que sé es que este no es el camino.


Alejandro Díaz Triguero / Author & Editor

Has laoreet percipitur ad. Vide interesset in mei, no his legimus verterem. Et nostrum imperdiet appellantur usu, mnesarchum referrentur id vim.

11 comentarios:

Mo Sweat dijo...

Yo tengo claro que este año no va a ser... a partir del que viene ya veremos...

J-Bo dijo...

No los veo demasiado finos, son tres grandísimos jugadores en el 1x1, pero los tres necesitan el balón en las manos para producir, de ahí que se de una rotación de responsabilidades.

Mejor les iría cambiando a LeBron por un Deron Williams, o un Wade por Ray Allen, que es otro tipo de jugador totalmente diferente.

Creo que el Big Three de Miami está demasiado cortado por el mismo patrón, los veo básicamente 3 jugadores perfectos para darles el balón y mandar a los otros 4 a la lavandería.

Luego los 3 atacan mucho de cara a la canasta y de afuera hacia adentro, eso no abre la pista, al contrario, los hace más fáciles de defender.

Alejandro Díaz Triguero dijo...

@Mo Sweat: yo también lo tengo claro. Dependiendo de cómo se muevan en verano ya hablaremos, pero este año es cosa de Celtics, creo.

@J-Bo: exactamente, has dado en el clavo. Bosh no es un interior. No es Howard o incluso Stoudemire o Boozer. No crea espacios y ocupa las zonas de cancha que ocupan Lebron y Wade. Lebron debería haberse asociado como dices con un base como Deron o Paul y un Boozer o Howard. Ahí ya estaríamos hablando de otra cosa.

Saludos a los dos y Gracias!

BPelaz dijo...

Más allá de que hayan sido incapaces de ganar un partido a los grandes, salvo el de LA y los 2 de Orlando. Su problema es el banco.

Tienen 3 tíos que pueden meter 75 por noche entre todos, pero para ganar normalmente te hace falta más y ahora mismo, nadie del resto del equipo te lo da. Si eres capaz de medio tapar a uno de los tres bichos, tendrás mucho ganado porque ni Miller, ni House, ni Jones están para muchos tiros.

Ivan Varela dijo...

Son tres grandes jugadores desde luego pero esta claro que se acaban estorbando, se ocupan los espacios, se hacen más fáciles de defender e incluso previsibles.
Las cosas deben cambiar mucho en Miami, yo de momento no les veo candidatos al título y si realmente les tocan los Knicks en 1era ronda de Play-Off lo van a tener muy complicado.

Saludos desde Aerolineas NBA

Sergi dijo...

Empezaron bien, repartiendo los egos, pero parece que cuando las cosas van mal, hay miradas que matan, he visto en varios partidos a Wade meterle cada miradon a James que daba miedo...
Saludos desde basquetadictos!

Alejandro Díaz Triguero dijo...

@BigBen: con ese banquillo imposible ganar el anillo ya esté Spoelstra, Phil Jackson o Pat Riley. Es tal como lo describes.

@Ivan Varela: yo todavía no creo que Knicks sean sextos por el mismo motivo, les falta banquillo. Pero sí, Heat sudarán para pasar cualquier fase.

@Sergi Martínez Crisol: tienes razón. El buen rollito del verano hay veces que parecen irse.

saludos y Gracias por los comentarios!

sraly dijo...

Recordemos que empezaron con muy mal pie y lograron 'resucitar'. ¿Recordáis el empentón de Lebron a Spoelstra? quiero decir, no los voy a enterrar yo que sigo creyendo ciegamente en los Lakers, pero es verdad que unir a estos tres tipos, regular los baloces que cada uno tiene que tirar y construir algo parecido a un equipo. Chungo con tanto ego y ganas de ser el mejor, pero considero que el tiempo hará madurar algo gordo. Las estelas de Celtics, Lakers y Spurs no son ilimitadas y luego les tocará su turno.

Saludos desde Puertatrás

P.D: Lo de las lágrimas, de lo que anda riéndose media NBA, me parece una tontuna gorduna.

costalgaraldals dijo...

Sigo apostando porque la NBA, permita jugar con dos balones ¡¡¡

Anónimo dijo...

También soy de los que se alegran al ver perder a Miami, en parte porque Lebron no es santo de mi devoción y otra porque asi no se hace un equipo.

Alejandro Díaz Triguero dijo...

@sraly: estos Heat son capaces de ganar 19 de 20 partidos y luego caer contra casi cualquier equipo potente. Tal vez lo más criticable como digo no sea su juego, sino la manera de construir el equipo y la exigencia de que se traduzca en resultados, cuando se sabe que hay varios equipos muy hechos y superiores.

A mí lo de las lágrimas también me parece algo anecdótico en todo esto.

@costalgaraldals: o dos balones o con un base en condiciones.

@allpacers: pues ya somos bastantes,creo.

Un saludos a todos y Gracias por los comentarios.

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